Los nevus displásicos (lunares atípicos) son lunares no cancerosos que se parecen a los melanomas. Suelen presentar las siguientes características:
- Asimétrica: Si dibujásemos unas líneas que partiese el lunar en dos no tendríamos dos mitades exactas.
- Irregular y/o difuso: el lunar disminuye en la piel circundante.
- Variación e irregularidad con tonalidades parecidas al bronceado, marrón, marrón oscuro, rojo, azul o negro.
- Por regla general, suelen tener un diámetro de 6 mm (1/4 pulgadas), el tamaño que tiene la goma de un lápiz, aunque puede ser más pequeños.
- Suelen aparecer en espalda, torso, abdomen y extremidades aunque también en zonas como las nalgas, la ingle, los pechos o el cuero cabelludo.
- El aumento de un lunar que antes era estable o la aparición de un lunar nuevo después de los 35-40 años es sospechoso.
- La porción central suele estar en relieve y las áreas exteriores suelen ser lisas, en ocasiones en relieve y con forma similar a pequeñas piedritas.
Mucha variedad.
De unos pocos a más de 100 nevus displásicos Tener muchos lunares y/o cualquier lunar atípico es un importante factor de riesgo de desarrollar melanoma. No espere a otras señales de alarma para el melanoma, tales como:
- PICOR
- DOLOR
- ELEVACIÓN
- HEMORRAGIAS
- COSTRAS
- HINCHAZÓN
- SUPURA
- ULCERACIÓN
- COLOR NEGRO-AZULADO
Las personas que presentan nevus displásicos corren un mayor riesgo de desarrollar uno o más melanomas. Cuantos más lunares presentan, mayor riesgo. Los que presentan nevus displásicos y, además, tienen dos o más parientes próximos con melanoma corren un especial riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Fuente: http://www.cancerdepiel.org/cancer-de-piel/nevos-displasicos
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